Antropólogo de la Universidad Nacional, Magíster en Análisis Político, y Relaciones ales

viernes, 30 de mayo de 2008


Atrincherado, arraigado, e inamovible.El Pentágono se hace cargo.Hay palabras que pueden ser clavadas sobre los años de Bush como un ramillete marchito: “No sabemos para qué gastamos el dinero.” Es una cita de Mary Ugone, la vice-inspectora general para auditoría del Departamento de Defensa, respecto a los masivos pagos del Pentágono hechos durante la ocupación y la guerra en Iraq para los que no existe una documentación (o es groseramente inadecuada). De hecho, según el inspector general del Departamento de Defensa, “el Pentágono no puede dar cuenta de casi 15.000 millones de dólares en bienes y servicios que van desde camiones, agua embotellada y colchones, a granadas impulsadas por cohetes y ametralladoras, que fueron compradas a contratistas en el esfuerzo de reconstrucción de Iraq.” Una auditoría interna de 8.000 millones de dólares que el Pentágono pagó a contratistas privados estadounidenses e iraquíes estableció que “casi ninguna transacción cumplió con leyes o regulaciones federales para impedir el fraude, en algunos casos careciendo incluso de facturas básicas que expliquen como se gastó el dinero.” Siga..

Fábrica de héroes.La reciente aparición de Boots on the Ground by Dusk (“Botas sobre el terreno al anochecer”, Rodale Inc., Nueva York, 2008), de Mary Tillman, madre de un ranger caído en Afganistán, revela una vez más hasta dónde pueden llegar los operativos de “PsyOp” del Pentágono para consumo interno. La razón es clara: dos tercios del pueblo estadounidense quieren que las tropas se retiren de Irak y hay que crear héroes para frotárselos en las narices y avergonzar a quienes ansían no tener más muertos en la familia, ese sentimiento tan antipatriótico para la Casa Blanca. Sólo que Pat Tillman, hijo de Mary, no es un muerto cualquiera. Siga..


Ex vocero de la Casa Blanca califica a Cheney de manipulador inescrupuloso, a Rice de lambiscona y a Bush de autoengañarse. WASHINGTON 29 de mayo 2008.— Hace dos años, el presidente, George W. Bush, definió a Scott McClellan como un colaborador "leal, íntegro y con clase". Fue el día en que, con los ojos llenos de lágrimas por la emoción, le aceptó su renuncia y le agradeció sus tres años como portavoz de la Casa Blanca.Hoy, los personeros de la administración Bush lo consideran poco menos que "un traidor y un bocazas de tendencias izquierdistas" por las explosivas revelaciones sobre la sistemática operación de propaganda encubierta que orquestó la Casa Blanca en el verano del 2002 para vender la guerra en Irak. Siga..
Todos los medios aceptaron la versión filtrada por el gobierno colombiano de que se trataba de la capital de España. El atentado de las FARC en Madrid sería a una escuela de suboficiales situada en el municipio Madrid, a 25 kilómetro de Bogotá. siga..

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