Antropólogo de la Universidad Nacional, Magíster en Análisis Político, y Relaciones ales

sábado, 24 de abril de 2010

Guillermo Rivera, presente en la memoria de los suyos y de su pueblo


Por Oficina de Comunicaciones Centro de Memoria, Paz y Reconciliación

El 22 de abril se cumplieron dos años del secuestro y posterior asesinato del dirigente sindical y activista del partido comunista y del Polo, Guillermo Rivera Fuquene.

Rivera, Presidente de uno de los sindicatos de la Contraloría Distrital de Bogotá - SINSERPUB -, fue hallado en un cementerio de Ibagué luego de 84 días de haber desaparecido en la capital colombiana.

El 22 de abril de 2008 hacia las 6:30 de la mañana, se produjo el secuestro de Rivera Fuquene luego de dejar a su hija en la ruta del colegio a metros de su casa en el barrio El Tunal.

"No hay duda que este fue un crimen de Estado. A mí, a mis dos hijas, Shaira y Gabriela, como a todos sus compañeros y amigos, nos produce inmenso dolor que tras dos años las investigaciones aun estén en cero", declara para Centro de Memoria, su viuda, Sonia Betancur, al salir de la misa de aniversario en la iglesia de Santa Rita, contigua a la clínica del Country.

"Guillermo fue secuestrado por un carro policial como consta en los videos, pero los organismos oficiales exoneran a las autoridades policiales mientras se pasan de una lugar a otro las investigaciones para que quede todo en la impunidad", comenta.
Sonia, una enfermera cubana, conoció a Guillermo cuando el líder sindical realizaba una visita a La Habana en 1997. Pocos después resolvieron formalizar un hogar en Colombia.

"No guardo sino buenos recuerdos de Guillermo como esposo, padre, solidario con las causas sociales y entregado al movimiento popular", añade.

Rivera, quien contaba con 52 años, economista de la U. Autónoma y con un posgrado de la Javeriana, también era un reconocido líder de su comunidad barrial.

"En la mañana durante una acto de conmemoración frente a su casa, fuimos hostigados por la policía que nos ordenó retirarnos al tiempo que tomaban fotos y nos filmaban", denuncia.

Recuerda que ella y su familia no cejarán en la búsqueda de la verdad del cruel asesinato de Guillermo, para que no haya impunidad y se castigue a los culpables que causaron "este gran daño a nuestra familia y al pueblo colombiano".

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