Antropólogo de la Universidad Nacional, Magíster en Análisis Político, y Relaciones ales

sábado, 12 de febrero de 2011

En Colombia están irrumpiendo nuevas subjetividades a partir de la aparición de nuevas expresiones sociales

Concejal de Bogotá por el Polo Democrático Alternativo, Jaime Caycedo Turriago
Por: Fernando Arellano Ortiz

Para el concejal de Bogotá por el Polo Democrático Alternativo, Jaime Caycedo Turriago, la lucha de clases en Colombia está atravesada por fenómenos de polarización extrema, las posturas de la ultraderecha y su enorme peso en el poder para pretender aislar a los sectores que muestran opciones de desarrollo como fuerzas alternativas.

Esta estrategia se ha traducido en la política, la propaganda y la publicidad en torno a la defensa de una postura del régimen político, de concebir la guerra civil, la guerra entre colombianos, como un objetivo en donde no cabe nada distinto a la derrota del adversario.

Es decir, explica Caycedo Turriago, en el establecimiento colombiano "no cabe la idea de la democracia entendida como juego de opciones, de normas y de reglas; no cabe en la visión del régimen un visión de acuerdo, de negociación para abrir un espacio democrático mínimo. La oligarquía colombiana se cierra a eso y la posición de la ultraderecha ha ido cerrando todas las vías que podrían dar acceso a un proceso de ir readaptando, de ir abriendo, de ir desarrollando una especie de revolución pasiva del tipo que desarrolló modernamente Gramsci; algo parecido a lo que ocurrió entre 1930 y 1946, una modernización democrática y un alivio de las tensiones sociales más gruesas de la vida social".

UN PAÍS CONSERVATIZADO

En consecuencia, "hay una generación que se ha ido modelando en un ambiente de condiciones de extrema restricción en las posibilidades de pensar, de establecer vínculos con luchas democráticas anteriores, ó posibilidades de un país que se insertara mucho más en el destino común con América Latina. Por consiguiente, la conclusión final es que el país se ha conservatizado, como lo han llamado algunos".

Ello ha conllevado, agrega, a haya una influencia tremenda de una mentalidad de mucho temor, de miedo al cambio. "Más que una conservatización, lo que uno observa es que ese temor se ha ido generalizando como una especie de un gran chantaje, en el que cualquier cambio en la vida nacional, cualquier apertura, cualquier signo de tolerancia, no es que nos vaya a conducir a un abismo, sino que esa apertura, ese cambio, no se puede tolerar".

EL SOCIALISMO ES UN OBJETIVO POSIBLE

Caycedo Turriago participó en el VII Seminario Internacional Marx Vive, América Latina en disputa y dialogó con el Observatorio Sociopolítico Latinoamericano www.cronicon.net.

Desde 1996 es el secretario general del Partido Comunista de Colombia, tendencia política que hace parte del Polo Democrático Alternativo, la única expresión de la unidad de la izquierda en este país. Es antropólogo con Ph.D. en Filosofía, profesor universitario, investigador y analista político de amplia trayectoria.

- Usted hablando de utopías, como lo refiere Eduardo Galeano en uno de sus textos, ha señalado la necesidad de soñar una Colombia justa, equitativa, democrática y progresista. ¿Es posible lograr esa utopía cuando se está consolidando el modelo neoliberal y represivo con el gobierno de Juan Manuel Santos?


- Sí, porque el modelo neoliberal no es sino una forma o modalidad del capitalismo en crisis con contradicciones garrafales, profundas e insondables en muchos casos. En contraste, el socialismo cuando se analiza con mirada estratégica no es una utopía, pasa de ser una utopía o un sueño a convertirse en un objetivo que es posible construir en un proceso de luchas complejas como las que están ocurriendo en América Latina y en Colombia en particular, pero que tienen un fin posible.

- Hablando de luchas, una de sus observaciones es que en Colombia se viene dando una nueva manifestación de protesta social en el sentido de que la misma ya no se da sólo a partir de las organizaciones sindicales. ¿Hay una irrupción de un nuevo sujeto político en ese sentido en el país?

- Yo creo que están en proceso de formarse como se suele decir, nuevas subjetividades a partir de la aparición de expresiones de la fuerza social, especialmente del proletariado a nivel de las grandes regiones del país, en el marco de los megaproyectos, de la superexplotación rural y minero-energética, y de la explotación también de la gran propiedad terrateniente que afecta en grado superlativo toda la estructura colombiana. Esas nuevas subjetividades se están desarrollando, sobre ellas influye el sujeto consciente, la tradición revolucionaria y democrática de las luchas populares dadas por las organizaciones sociales, incluido el sindicalismo, aun cuando no fluyan estas nuevas fuentes de resistencia social y lucha de clases por los medios o los mecanismos de las organizaciones tradicionales. Precisamente este fenómeno es un objeto de reflexión muy importante para la izquierda colombiana que representa el Polo Democrático Alternativo y para todas las fuerzas que estamos empeñadas en un gran cambio democrático con miras al socialismo en Colombia.

- Una de las autocríticas suyas al Polo Democrático Alternativo es que siendo el problema agrario una de las causas fundamentales del conflicto armado colombiano, este partido de izquierda no tiene una propuesta profunda y concreta al respecto. ¿A qué atribuye esta falencia?

- Bueno esa es una situación transitoria. No todo proceso que está en construcción como es el Polo, tiene todos los elementos de la culminación del punto de llegada hacia donde se quiere ir. Yo creo que esto es indudablemente una de las deficiencias que tenemos en el Polo sobre la cual habrá que reflexionar. Pero es una falencia que tiene alcance nacional porque corta la conexión de este proceso de unidad de la izquierda con esos nuevos contingentes que están naciendo y con una parte fundamental de ellos que es el movimiento agrario, el movimiento rural, y todo lo que esto influye sobre el corazón de una guerra civil interna que no ha sido resuelta en Colombia, y que indudablemente está cruzada por el tema de la propiedad agraria y la necesidad de una gran reforma sobre el particular en vista a la soberanía alimentaria, pero también a otras formas del desarrollo social y económico.

- Usted ha calificado al Polo Democrático Alternativo como una unidad de unidades porque en esta colectividad confluyen diversas tendencias y grupos políticos, así como variados movimientos sociales que mantienen sus estructuras internas. ¿Talvez la naturaleza de su composición ha dificultado la consolidación de un verdadero partido orgánico de izquierda?

- Yo no creo que ello sea un obstáculo. El Polo congrega diversidades, algunos le llaman tendencias, yo pienso que la idea de tendencia simplifica demasiado una cosa que es mucho más compleja y que tiene que ver con la composición y la base social de un proceso de unidad que tiene que apoyarse mucho en la fuerza popular y en la presencia plebeya si se quiere del proletariado, del campesinado, de las nuevas capas medias que están fluyendo en el país. Por eso me parece que el Polo es el núcleo de un proceso unitario que puede ser mucho más grande. Es decir, el verdadero sujeto de un gran proceso de transformaciones profundas y revolucionarias en la vida colombiana tiene que abarcar mucho más pueblo y mucha más capacidad de congregar fuerza, y en eso el programa del Polo, el programa agrario pero también el programa de desarrollo económico, el tema de la mujer, de la juventud, etnosocial, el de la diversidad sexual, de la ecología y defensa del medio ambiente son aspectos que tendrán que ser profundizados y desarrollados para que el Polo realmente congregue la diversidad que es el país.

Bogotá, febrero de 2011.

Fuente http://www.cronicon.net/paginas/Marxvive/nota9.htm

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